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Economía
•
como sudamérica en los 80
Rogoff insiste: la zona euro sufrirá una "oleada" de quiebras soberanas
El Fondo de rescate de países es tan sólo un parche. La zona euro sufrirá una "oleada de procesos de saneamiento de deuda similar a la que acabó finalmente con la crisis de deuda de América Latina de los años ochenta", según Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI. El BCE salva, de momento, la situación.
Ibex-35
Última actualización:
03/12/2010
17:35
Último: 10.014,80
Dif%: 0,68
• Depósitos, cuentas remuneradas, y tarjetas – compara antes de contratar
• Trichet compra más bonos
• ¿Cuánto pueden perder bancos y cajas por la crisis de deuda pública?
• El órdago de Trichet: crear los Estados Unidos de Europa y monetizar deuda
2010-12-03
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M. Llamas
El Fondo de rescate aprobado el pasado mayo por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dotado con 750.000 millones de euros, no ha solventado la grave crisis de deuda pública que sufre la zona euro. Las dudas existentes acerca de su capacidad para rescatar países han vuelto a tensionar hasta el extremo los mercados de deuda de las economías más débiles de la eurozona, los denominados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España)
Dada la situación, el Banco Central Europeo (BCE) decidió el jueves aumentar la compra de bonos periféricos a fin de relajar la tensión existente en el mercado. El día previo a la comparecencia pública del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, la mayoría de analistas esperaban que anunciara un radical cambio de rumbo de su política monetaria, poniendo en marcha un programa masivo de compra de deuda pública similar al efectuado por la Reserva Federal de EEUU (FED) o el Banco de Inglaterra, conocidos técnicamente como Quantitative Easing (QE). Pero las reticencias de Alemania a este tipo de prácticas, consistentes en monetizar deuda, parecen haber frenado, al menos por el momento, esta opción, que muchos tildan de "nuclear".
El BCE compra más bonos
En su lugar, el BCE ha optado por incrementar de forma sustancial la compra de bonos, pero dentro del plan temporal vigente desde el pasado mayo (compras en el mercado secundario). Esta medida ha impulsado el avance de las bolsas europeas, sobre todo, la española, y la caída de las rentabilidades (tipo de interés) de la deuda pública de Irlanda, Portugal y España. En este sentido, el consejero del BCE Ewald Nowotny ha confirmado este viernes la compra "enérgica" de bonos efectuada esta semana por el BCE. Desde el pasado mayo, el banco central ha adquirido 67.000 millones de euros, "y esta semana lo hemos aplicado también de forma enérgica".
"Creo que son un añadido importante a nuestros instrumentos para mejorar la transmisión [de las decisiones de política monetaria] a los mercados", explicó Nowotny en una conferencia de prensa tras presentar las previsiones del Banco Central de Austria en Viena. Las compras del BCE se han mantenido este viernes, lo cual se ha reflejado nuevamente de forma positiva en los parqués.
Pese a ello, Alemania rechaza frontalmente esta medida. De ahí, precisamente, que Trichet no haya podido anunciar un Quantitive Easing al estilo de la FED. Algo así violaría explícitamente la Constitución germana. El BCE ha intervenido para calmar las aguas transitoriamente, pero Trichet insistió en que se trata de un programa temporal.
Eurobonos
"Cuando veamos a los mercados funcionar correctamente, no habrá necesidad de ello", añadió Nowotny. Esta misma semana, el presidente del BCE lanzó un órdago a las autoridades comunitarias para poner en marcha la creación de los Estados Unidos de Europa, es decir, unión fiscal y un Tesoro único con capacidad para emitir eurobonos. En este sentido, Nowotny señaló que "no hay una posición oficial ni del BCE ni de Austria [respecto al eurobono], pero me gustaría decir que a título personal se debería estar abierto a examinar esta cuestión de manera más detallada".
Este mismo viernes Trichet insistió en que todos los gobiernos de la zona euro deben poner en marcha las medidas necesarias para que sus planes de reducción del déficit sean "creíbles" y recuperar así la confianza de los mercados. "Les decimos: Tomad todas las medidas para que los objetivos fiscales del próximo año sean creíbles, es importante para vuestra estabilidad (...), para la confianza", incidió en una entrevista concedida a la emisora francesa RTL.
Roubini: no hay dinero para rescates
Pero llegados a este punto, la cuestión es... ¿serán capaces? Nouriel Roubini insiste en que la UE carece de recursos suficientes para rescatar a los PIIGS en caso de necesidad. Pero, Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI y profesor de Economía en Harvard, va mucho más allá al señalar que, "desafortunadamente", los rescates no acabarán con la crisis de deuda de la zona euro. "De hecho, es probable que apenas estemos a la mitad de la crisis".
"Ciertamente una enorme y sostenida aceleración del crecimiento podría todavía remediar todos los problemas de deuda de Europa -como los de cualquier otro lugar-. Sin embargo, ese escenario dorado es cada vez más improbable". Según Rogoff, "el final supondrá, con mucha mayor probabilidad, una oleada de procesos de saneamiento de deuda similar a la que acabó finalmente con la crisis de deuda de América Latina de los años ochenta".
Se refiere, en concreto, a la reestructuración de deuda soberana conocida bajo el término de Plan Brady, en la que los gobiernos acordaron con sus acreedores quitas medias del 30%. "Una reestructuración similar es también el escenario más probable en Europa". De hecho, es justo la solución que defiende a los actuales problemas: el plan de "quiebras ordenadas" que propone el Gobierno alemán.
Quiebras soberanas
Así, "los rescates de Portugal y España sólo constituyen la fase siguiente -y no necesariamente la etapa final- de la crisis. A la larga, es probable que se requiera una reestructuración significativa de la deuda pública y/o privada en todos los países de la eurozona aquejados por problemas de deuda. Después de todo, los rescates de la UE y del FMI son únicamente medidas para ganar tiempo, pues esos préstamos también tendrán que pagarse en algún momento", indica.
"Esencialmente, lo que ha hecho Europa y el FMI es convertir el problema de la deuda privada en uno de deuda soberana. Al nacionalizar las deudas privadas, Europa está siguiendo el camino de la crisis de deuda de los años ochenta de América Latina".
En cuanto a España, Rogoff indica que "es un caso más difícil. Se puede afirmar que el Gobierno central es solvente, pero una parte importante de las cajas de ahorros parecen tener problemas de deuda. La pregunta en el caso de España es si, al igual que en Irlanda, el Gobierno central se dejará manipular para que se haga cargo" de la deuda bancaria. Y es que, "es muy difícil para un gobierno central no actuar mientras los actores económicos clave están al borde del colapso", advierte.
Así pues, los llamados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) tienen ante sí la perspectiva de una "década perdida, como la que experimentó América Latina en los años ochenta", añade Rogoff.
Economía
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como sudamérica en los 80
Rogoff insiste: la zona euro sufrirá una "oleada" de quiebras soberanas
El Fondo de rescate de países es tan sólo un parche. La zona euro sufrirá una "oleada de procesos de saneamiento de deuda similar a la que acabó finalmente con la crisis de deuda de América Latina de los años ochenta", según Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI. El BCE salva, de momento, la situación.
Ibex-35
Última actualización:
03/12/2010
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Último: 10.014,80
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• ¿Cuánto pueden perder bancos y cajas por la crisis de deuda pública?
• El órdago de Trichet: crear los Estados Unidos de Europa y monetizar deuda
2010-12-03
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M. Llamas
El Fondo de rescate aprobado el pasado mayo por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dotado con 750.000 millones de euros, no ha solventado la grave crisis de deuda pública que sufre la zona euro. Las dudas existentes acerca de su capacidad para rescatar países han vuelto a tensionar hasta el extremo los mercados de deuda de las economías más débiles de la eurozona, los denominados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España)
Dada la situación, el Banco Central Europeo (BCE) decidió el jueves aumentar la compra de bonos periféricos a fin de relajar la tensión existente en el mercado. El día previo a la comparecencia pública del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, la mayoría de analistas esperaban que anunciara un radical cambio de rumbo de su política monetaria, poniendo en marcha un programa masivo de compra de deuda pública similar al efectuado por la Reserva Federal de EEUU (FED) o el Banco de Inglaterra, conocidos técnicamente como Quantitative Easing (QE). Pero las reticencias de Alemania a este tipo de prácticas, consistentes en monetizar deuda, parecen haber frenado, al menos por el momento, esta opción, que muchos tildan de "nuclear".
El BCE compra más bonos
En su lugar, el BCE ha optado por incrementar de forma sustancial la compra de bonos, pero dentro del plan temporal vigente desde el pasado mayo (compras en el mercado secundario). Esta medida ha impulsado el avance de las bolsas europeas, sobre todo, la española, y la caída de las rentabilidades (tipo de interés) de la deuda pública de Irlanda, Portugal y España. En este sentido, el consejero del BCE Ewald Nowotny ha confirmado este viernes la compra "enérgica" de bonos efectuada esta semana por el BCE. Desde el pasado mayo, el banco central ha adquirido 67.000 millones de euros, "y esta semana lo hemos aplicado también de forma enérgica".
"Creo que son un añadido importante a nuestros instrumentos para mejorar la transmisión [de las decisiones de política monetaria] a los mercados", explicó Nowotny en una conferencia de prensa tras presentar las previsiones del Banco Central de Austria en Viena. Las compras del BCE se han mantenido este viernes, lo cual se ha reflejado nuevamente de forma positiva en los parqués.
Pese a ello, Alemania rechaza frontalmente esta medida. De ahí, precisamente, que Trichet no haya podido anunciar un Quantitive Easing al estilo de la FED. Algo así violaría explícitamente la Constitución germana. El BCE ha intervenido para calmar las aguas transitoriamente, pero Trichet insistió en que se trata de un programa temporal.
Eurobonos
"Cuando veamos a los mercados funcionar correctamente, no habrá necesidad de ello", añadió Nowotny. Esta misma semana, el presidente del BCE lanzó un órdago a las autoridades comunitarias para poner en marcha la creación de los Estados Unidos de Europa, es decir, unión fiscal y un Tesoro único con capacidad para emitir eurobonos. En este sentido, Nowotny señaló que "no hay una posición oficial ni del BCE ni de Austria [respecto al eurobono], pero me gustaría decir que a título personal se debería estar abierto a examinar esta cuestión de manera más detallada".
Este mismo viernes Trichet insistió en que todos los gobiernos de la zona euro deben poner en marcha las medidas necesarias para que sus planes de reducción del déficit sean "creíbles" y recuperar así la confianza de los mercados. "Les decimos: Tomad todas las medidas para que los objetivos fiscales del próximo año sean creíbles, es importante para vuestra estabilidad (...), para la confianza", incidió en una entrevista concedida a la emisora francesa RTL.
Roubini: no hay dinero para rescates
Pero llegados a este punto, la cuestión es... ¿serán capaces? Nouriel Roubini insiste en que la UE carece de recursos suficientes para rescatar a los PIIGS en caso de necesidad. Pero, Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI y profesor de Economía en Harvard, va mucho más allá al señalar que, "desafortunadamente", los rescates no acabarán con la crisis de deuda de la zona euro. "De hecho, es probable que apenas estemos a la mitad de la crisis".
"Ciertamente una enorme y sostenida aceleración del crecimiento podría todavía remediar todos los problemas de deuda de Europa -como los de cualquier otro lugar-. Sin embargo, ese escenario dorado es cada vez más improbable". Según Rogoff, "el final supondrá, con mucha mayor probabilidad, una oleada de procesos de saneamiento de deuda similar a la que acabó finalmente con la crisis de deuda de América Latina de los años ochenta".
Se refiere, en concreto, a la reestructuración de deuda soberana conocida bajo el término de Plan Brady, en la que los gobiernos acordaron con sus acreedores quitas medias del 30%. "Una reestructuración similar es también el escenario más probable en Europa". De hecho, es justo la solución que defiende a los actuales problemas: el plan de "quiebras ordenadas" que propone el Gobierno alemán.
Quiebras soberanas
Así, "los rescates de Portugal y España sólo constituyen la fase siguiente -y no necesariamente la etapa final- de la crisis. A la larga, es probable que se requiera una reestructuración significativa de la deuda pública y/o privada en todos los países de la eurozona aquejados por problemas de deuda. Después de todo, los rescates de la UE y del FMI son únicamente medidas para ganar tiempo, pues esos préstamos también tendrán que pagarse en algún momento", indica.
"Esencialmente, lo que ha hecho Europa y el FMI es convertir el problema de la deuda privada en uno de deuda soberana. Al nacionalizar las deudas privadas, Europa está siguiendo el camino de la crisis de deuda de los años ochenta de América Latina".
En cuanto a España, Rogoff indica que "es un caso más difícil. Se puede afirmar que el Gobierno central es solvente, pero una parte importante de las cajas de ahorros parecen tener problemas de deuda. La pregunta en el caso de España es si, al igual que en Irlanda, el Gobierno central se dejará manipular para que se haga cargo" de la deuda bancaria. Y es que, "es muy difícil para un gobierno central no actuar mientras los actores económicos clave están al borde del colapso", advierte.
Así pues, los llamados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) tienen ante sí la perspectiva de una "década perdida, como la que experimentó América Latina en los años ochenta", añade Rogoff.