Dos años y medio de prisión por atracar a un taxista con un cúter | |
<TABLE width="98%" align=center bgColor=#ffe8c9 border=0> <TR> <td>EIVISSA <LI>El ladrón detuvo el taxi en el desvío de Can Tomás, amenazó al conductor y le arrancó una cadena de oro. La juez Clara Ramírez ha condenado a dos años y medio de prisión a un ladrón que atracó a un taxista al que amenazó al ponerle un cúter en la cara. El procesado, que fue juzgado por un delito de robo con violencia, no tiene antecedentes penales. Está en la cárcel desde el 11 de septiembre de 2010, cuando fue detenido por la Guardia Civil. El 8 de septiembre del año pasado a la una y veinte de la mañana el rumano D. I. B., de 25 años de edad, subió a un taxi enfrente del Bora-Bora, en la avenida de Pere Matutes Noguera, en Platja d´en Bossa. El imputado dijo al taxista que le llevase a Sant Antoni pero al llegar al cruce de Can Tomás le pidió que parase a la altura de la parada de autobús. En ese momento D. I. B., «con intención de enriquecimiento ilícito y esgrimiendo un objeto cortante por la cara, lanzó un puñetazo al conductor y le arrancó una cadena de oro», según explica la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza en el apartado de hechos probados de la sentencia. Antes de huir el procesado quitó la camiseta que llevaba puesta al taxista, que fue encontrada por la Guardia Civil tres días después en la habitación de la pensión de Sant Antoni en la que residía el imputado. Rueda de reconocimiento D. I. B. negó todas las acusaciones en el juicio celebrado el pasado 10 de enero y dijo que a la una de la madrugada del 8 de septiembre no estaba en Platja d´en Bossa, sino en Sant Antoni. Sin embargo, la víctima reconoció al ladrón a través de fotografías y en una rueda de reconocimiento. «Se me echó encima para quitarme el dinero de la recaudación», explicó el taxista en la vista oral. «Yo saqué un palo y forcejeamos», añadió. Como consecuencia de la agresión sufrió algunos rasguños en la cara. El condenado era un viejo conocido de la Policía por haber cometido otros delitos, según fuentes próximas a la investigación. Además, varios taxistas también sabían a lo que se dedicaba, aunque no la víctima del robo, puesto que el verano pasado era el primero que trabajaba en la isla. La abogada defensora del procesado justificó en el juicio la solicitud de absolución de su cliente porque el taxista no aportó parte médico y porque no quiso reclamar dinero por la cadena sustraída. Diario de Ibiza </LI></TD></TR></TABLE> |
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