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El acusado de la muerte de un taxista en León dice que actuó «amenazado» por su cómplice
El acusado, a su llegada ayer a la Audiencia. :: C. CAMPILLO-ICAL
LEÓN
El autor material de los disparos que acabaron con la vida de J. M. A. ya murió en prisión
La Audiencia Provincial de León celebrará hoy la segunda jornada del juicio por la muerte de J. M. A., un taxista de 34 años asesinado en Las Ventas de Albares (León) en 2008. La primera sesión, celebrada ayer, dejó las declaraciones de varios testigos (entre ellos, guardias civiles) y las del único imputado, P. R. A., ya que el segundo de los detenidos por el crimen, F. D. G., falleció en prisión a los cuatro meses de haberse producido los hechos.
El acusado aseguró «sentirse víctima» de las amenazas de F. D. G., considerado el autor material de los disparos. Según su declaración, quedaron en la estación de autobuses de Ponferrada el 19 de agoto sin que conociera las verdaderas intenciones de su acompañante ni que este portase una pistola, hasta que subieron al vehículo. También declaró que cuando el taxista se dio cuenta de que era víctima de un atraco intentó tirarse del coche. «Fue cuando le dio el tiro y supe que había pasado algo», aseguró el imputado y comentó a su compañero que él no quería saber nada. En su defensa alegó que se negó a sacar al taxista del automóvil y aseguró que al oír el disparo llamó «loco» a su autor, quien le amenazó con matarle a él y a sus hermanos, añadió.
El acusado reconoció que unos veinte días antes estuvieron en Salamanca y Zamora, donde se registraron hechos similares. En Zamora intentaron disparar a un taxista, que consiguió darse a la fuga, mientras que en Salamanca un hombre de 54 años recibió un disparo cuando dos jóvenes entraron en la tienda de mármoles en la que trabajaba junto al cementerio de la capital charra.
P. R. A. confesó ser consumidor habitual de cannabis y de heroína e insistió en que «tenía mucho miedo» a las amenazas de su acompañante. En la localidad leonesa de Cistierna, donde iban a perpetrar otro robo, fueron detenidos por la Guardia Civil una semana después de la muerte del taxista. Cuando los agentes les pidieron la documentación, F. D. G. extrajo una pistola con la que apuntó a uno de ellos.
El fiscal pidió 26 años y 11 meses de prisión para él.
nortecastllla
El acusado, a su llegada ayer a la Audiencia. :: C. CAMPILLO-ICAL
LEÓN
El autor material de los disparos que acabaron con la vida de J. M. A. ya murió en prisión
La Audiencia Provincial de León celebrará hoy la segunda jornada del juicio por la muerte de J. M. A., un taxista de 34 años asesinado en Las Ventas de Albares (León) en 2008. La primera sesión, celebrada ayer, dejó las declaraciones de varios testigos (entre ellos, guardias civiles) y las del único imputado, P. R. A., ya que el segundo de los detenidos por el crimen, F. D. G., falleció en prisión a los cuatro meses de haberse producido los hechos.
El acusado aseguró «sentirse víctima» de las amenazas de F. D. G., considerado el autor material de los disparos. Según su declaración, quedaron en la estación de autobuses de Ponferrada el 19 de agoto sin que conociera las verdaderas intenciones de su acompañante ni que este portase una pistola, hasta que subieron al vehículo. También declaró que cuando el taxista se dio cuenta de que era víctima de un atraco intentó tirarse del coche. «Fue cuando le dio el tiro y supe que había pasado algo», aseguró el imputado y comentó a su compañero que él no quería saber nada. En su defensa alegó que se negó a sacar al taxista del automóvil y aseguró que al oír el disparo llamó «loco» a su autor, quien le amenazó con matarle a él y a sus hermanos, añadió.
El acusado reconoció que unos veinte días antes estuvieron en Salamanca y Zamora, donde se registraron hechos similares. En Zamora intentaron disparar a un taxista, que consiguió darse a la fuga, mientras que en Salamanca un hombre de 54 años recibió un disparo cuando dos jóvenes entraron en la tienda de mármoles en la que trabajaba junto al cementerio de la capital charra.
P. R. A. confesó ser consumidor habitual de cannabis y de heroína e insistió en que «tenía mucho miedo» a las amenazas de su acompañante. En la localidad leonesa de Cistierna, donde iban a perpetrar otro robo, fueron detenidos por la Guardia Civil una semana después de la muerte del taxista. Cuando los agentes les pidieron la documentación, F. D. G. extrajo una pistola con la que apuntó a uno de ellos.
El fiscal pidió 26 años y 11 meses de prisión para él.
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