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El taxi tiende a desaparecer, si no se quita la “venda” y se actualiza.
¿Desde cuándo? ¿Una empresa o en este caso un servicio de transporte de personas como el taxi, es más competitivo al reducir su presencia con la mitad de sus unidades? ¿Por qué seguir en la “idea ciega” de eliminarnos a nosotros mismos y así desaparecer?
Las tendencias a nivel global no van en este sentido. Fijémonos en los escaparates de otras empresas: los restaurantes reducen los precios de sus menús, los supermercados ajustan sus precios para ser competitivos y algo más rentables. ¡Y luchan buscando ser más competitivos con sus productos!. ¡El consumidor busca y desea precios asequibles!
El taxi se ha quedado obsoleto por muchos motivos; el más importante e incidente se
provoca en este sector: al no querer caer en la cuenta de que las poblaciones crecen y se unifican ¡Y con esto se crean unas aplicaciones contradictorias en los costes de un mismo servicio y con el mismo tiempo aplicado y con el mismo número de kilómetros!.
Si el profesional del taxi no aprecia este punto seguirá hundiéndose económicamente:
a un pasajero no se le puede seguir cobrando por cruzar una sola calle a 100 metros en un minuto 3,35 euros lo mismo que si se traslada a 2.700 metros durante 10 minutos.
La misma desigualdad sucede si son diez kilómetros: el importe sería de 12,20 euros y se dirige en otra dirección con los mismos kilómetros le saldría solamente 7,50 euros.
¡No se trata de modificar precios de lo que se trata es dar a entender que un mismo recorrido no debería de existir una diferencia o aumento del casi el 100%: dependiendo de en que dirección se realice!. Esta discrepancia se produce en la actualidad por el crecimiento urbanístico de las ciudades, y lo conlleva aparejado el aumento poblacional que unifica a sus municipios calle con calle. ¿Con esto explico los ejemplos expuestos?.
Estas apreciaciones las conocen y sobradamente los Ayuntamientos y el Cabildo. El motivo principal por lo que se hacen “los sordos”, es porque si el taxi contase con la
unificación, su precio al ciudadano le sería prácticamente la mitad del actual, y entonces ¡La efectividad de sus transportes públicos se vería seriamente y gravemente afectada!.
Lo que hay que fijarse es en el “otro escaparate” de este mismo sector: en la misma vecina ciudad de La Laguna, el ratio es de 2,5 taxis por cada mil habitantes y al igual que sucede en el resto de la geografía española: este ratio únicamente es simbólico ya que en La Laguna con la cantidad de taxis “idónea” tiene unos resultados económicos peores que los de Santa Cruz, en los últimos seis meses. Lo mismo sucede a otros sitios.
La opción más sensata, la más efectiva, más rentable para este sector es la unificación de los municipios colindantes: una importantísima reducción del importe del precio del taxi producirá consecuentemente con seguridad y sin dudas el aumento de su demanda.
La reducción de las unidades de taxis de Santa Cruz a la mitad, significa eliminar de un “tajo” a unos 750 puestos de trabajo, entre titulares y sus chóferes. El coste de 532 licencias suponen 31, 920.000: son treinta y un millones nueve cientos veinte mil euros que tenemos que desembolsar los contribuyentes. Con ésta misma reducción: ¡Lo que se consigue es mantener el elevado precio del taxi para utilizarse entre las dos ciudades!.
Un transporte público como el taxi debería ser más analítico con la realidad y no ser tan “ciegos”. Si yo fuese el Sr. Melchior buscaría debajo de las piedras los avales para eliminar a ésta alta competencia que es el taxi ¡Y que no le aportamos ningún beneficio!
Antonio García Luis 670 554 827
En Santa Cruz de Tenerife a, 26 de marzo de 2011
Miguel se mueve¿ y tú?
¿Desde cuándo? ¿Una empresa o en este caso un servicio de transporte de personas como el taxi, es más competitivo al reducir su presencia con la mitad de sus unidades? ¿Por qué seguir en la “idea ciega” de eliminarnos a nosotros mismos y así desaparecer?
Las tendencias a nivel global no van en este sentido. Fijémonos en los escaparates de otras empresas: los restaurantes reducen los precios de sus menús, los supermercados ajustan sus precios para ser competitivos y algo más rentables. ¡Y luchan buscando ser más competitivos con sus productos!. ¡El consumidor busca y desea precios asequibles!
El taxi se ha quedado obsoleto por muchos motivos; el más importante e incidente se
provoca en este sector: al no querer caer en la cuenta de que las poblaciones crecen y se unifican ¡Y con esto se crean unas aplicaciones contradictorias en los costes de un mismo servicio y con el mismo tiempo aplicado y con el mismo número de kilómetros!.
Si el profesional del taxi no aprecia este punto seguirá hundiéndose económicamente:
a un pasajero no se le puede seguir cobrando por cruzar una sola calle a 100 metros en un minuto 3,35 euros lo mismo que si se traslada a 2.700 metros durante 10 minutos.
La misma desigualdad sucede si son diez kilómetros: el importe sería de 12,20 euros y se dirige en otra dirección con los mismos kilómetros le saldría solamente 7,50 euros.
¡No se trata de modificar precios de lo que se trata es dar a entender que un mismo recorrido no debería de existir una diferencia o aumento del casi el 100%: dependiendo de en que dirección se realice!. Esta discrepancia se produce en la actualidad por el crecimiento urbanístico de las ciudades, y lo conlleva aparejado el aumento poblacional que unifica a sus municipios calle con calle. ¿Con esto explico los ejemplos expuestos?.
Estas apreciaciones las conocen y sobradamente los Ayuntamientos y el Cabildo. El motivo principal por lo que se hacen “los sordos”, es porque si el taxi contase con la
unificación, su precio al ciudadano le sería prácticamente la mitad del actual, y entonces ¡La efectividad de sus transportes públicos se vería seriamente y gravemente afectada!.
Lo que hay que fijarse es en el “otro escaparate” de este mismo sector: en la misma vecina ciudad de La Laguna, el ratio es de 2,5 taxis por cada mil habitantes y al igual que sucede en el resto de la geografía española: este ratio únicamente es simbólico ya que en La Laguna con la cantidad de taxis “idónea” tiene unos resultados económicos peores que los de Santa Cruz, en los últimos seis meses. Lo mismo sucede a otros sitios.
La opción más sensata, la más efectiva, más rentable para este sector es la unificación de los municipios colindantes: una importantísima reducción del importe del precio del taxi producirá consecuentemente con seguridad y sin dudas el aumento de su demanda.
La reducción de las unidades de taxis de Santa Cruz a la mitad, significa eliminar de un “tajo” a unos 750 puestos de trabajo, entre titulares y sus chóferes. El coste de 532 licencias suponen 31, 920.000: son treinta y un millones nueve cientos veinte mil euros que tenemos que desembolsar los contribuyentes. Con ésta misma reducción: ¡Lo que se consigue es mantener el elevado precio del taxi para utilizarse entre las dos ciudades!.
Un transporte público como el taxi debería ser más analítico con la realidad y no ser tan “ciegos”. Si yo fuese el Sr. Melchior buscaría debajo de las piedras los avales para eliminar a ésta alta competencia que es el taxi ¡Y que no le aportamos ningún beneficio!
Antonio García Luis 670 554 827
En Santa Cruz de Tenerife a, 26 de marzo de 2011
Miguel se mueve¿ y tú?